viernes, 30 de enero de 2009

Detrás del espejo


Los espejos polarizados de la puerta, ofrecen ante mis ojos espectáculos efímeros algunos otros permanentes, los transeúntes pasan, se miran, se contemplan, modelan

Hoy es uno de esos días donde el ambiente se torna lúgubre, el cielo gris, el aire, la lluvia.

Mientras estaba sentada en mi escritorio, leyendo los periódicos de circulación local, mi atención se vio atraída por una pareja que se sentaba en la jardinera ubicada en las instalaciones de mi módico empleo, escampaban de la lluvia, sin darse cuenta eran observados por mí a través del espejo.

En esos instantes me concentro a observarlos, se ven tan contentos a pesar del mal tiempo, hicieron homenaje a ese famoso refrán que reza: “ Al mal tiempo, buena cara!, lo cumplían al pie de la letra.

No me distraje para nada, como no me sentía muy bien anímicamente, pensé que quizá me vería contagiada de su entusiasmo, y de su buena vibra, en eso suena el teléfono, y mi concentración se vio interrumpida.
-Demonios!-. Exclame.

Cuando me volví a posicionar detrás del espejo, ya se habían marchado, mi barra de animo bajo de nuevo, en eso un joven delgado, alto, con suéter rojo, de nariz un poco grande, se veía en el espejo.

Casi podía olerlo, sentí su buena vibra y desee tocarlo, pero estaba detrás del espejo, parecía como si me mirara también, una onda calurosa recorrió mi cuerpo, jamás había tenido una sensación así.

Pensé en abrir la puerta para que me mirase de verdad, podría haberlo besado, sin decir ninguna palabra, podría haber dejado que me abrazara, pero y si al abrir la puerta se viera asustado y huyera?
Decidí no hacerlo, no rompí la magia.

Pero si hubiera decidido hacerlo y así como me ocurrió a mí también a el le sucediera, todo estaría bien, recobraría mi animo, tendría quizá alguna nueva ilusión amorosa, pero decidí no hacerlo y guardarlo en el recuerdo, todo detrás del espejo.

3 comentarios:

  1. ya no seas hambre!!! jajaja una fantasia...casi perfecta. saludos hasta pronto

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  2. A veces los fantasmas se apoderan del vouyerismo extremo que destila la realidad, la mismita que empeña corneas, las mismitita que recibe putazos de vida que erosionan el devenir, solo, las muy pocas de las veces: las estampas de colorcitos difuminados, difuminan tambien el malestar que la realidad impacta en una espacie extraña de canido buscandose la cola para mordisquearla...

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  3. Me atrapaste.

    Muy buena historia. Saludos!

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